Perdí mis fichas… ¡y aún sonreí! ¿Quién dijo que la suerte se gana con tragos? Aquí en el casino no hay bonos dorados… solo el susurro de las ranuras y un cielo de Nueva Jersey que ni se enciende. Mi mamá lloraba con duende; mi papá toca jazz en silencio. Las tragaperras no importan si ganas… importan si sigues escuchando. ¿Y tú? ¿Cuándo fue tu última apuesta… y seguiste sonriendo?

¿Crees que ganas en el bingo por suerte? ¡Qué va! El azar es un guion escrito por un algoritmo que te hace volver una y otra vez… Como si la lotería fuera un terapeutico de psicología con tarjetas vacías. Ganaste 12.000€? No: te gastaste 3 horas y perdiste la paz. La verdadera recompensa no está en la carta… está en tu cuenta bancaria. ¿Y si tu suerte no fuera casual? Quizás eras tú el juego.